Errores que cometemos en la crianza bilingüe y como evitarlos
Adriana tenía 4 años y se sentía
muy cómoda hablando sólo en alemán. Ella y su madre planeaban irse 3 meses
a Latinoamérica. Adriana estaba muy preocupada, pues su madre le había
advertido que, si no hablaba español, no iba a tener ningún chance de jugar con
los niños. Cuando subieron al avión, su madre se quedó con la boca abierta,
porque desde ese momento, el único idioma que Adriana parecía conocer era el
español.
El bilingüismo es un proceso que
se va desarrollando con el tiempo y los padres podemos ser espectadores de este
interesante espectáculo, lo malo es que hay que tener paciencia. Los niños
pueden aprender los dos idiomas sin ningún problema, solo es cuestión de
tiempo, el niño compensará sus déficits después de que tenga un mejor
desarrollo del lenguaje o cuando tenga la necesidad de expresarse.
Las 3 fases de aprendizaje del
niño y lo que podrías hacer para ayudarlo (y lo que no deberías hacer)
1. Fase de amalgamación (entre 0 y 3
años): Léxico compartido:
- Situación: Los niños mezclan los dos idiomas sin discriminación, a un gato le llamarán “cat” y también le llamarán “gato”. Para ellos los idiomas son uno solo y no porque no los puedan diferenciar, sino porque no están interesados en ellos, su mayor interés es poderse comunicar.
- Error de los padres: Durante esta fase los padres se preocupan por el desarrollo lingüístico del niño, tienen altas expectativas del uso correcto de la lengua, lo corrigen constantemente para que diga la palabra correcta.
- Efecto: Corregirlos permanentemente podría generar dudas en el niño, y provocar una pérdida del interés en el aprendizaje de la lengua. Hay que evitar la corrección constante.
2. Fase de
diferenciación (a partir de 2 años): Reglas morfosintácticas compartidas
- Situación: Los niños van separando los dos idiomas sistemáticamente, intentan utilizar las palabras correspondientes a los dos idiomas, por ejemplo: en ingles le llamarán “house” a la casa y en español le llamarán “casa”, pero mezclarán la gramática de ambas lenguas con frases, como, por ejemplo: “she should esperar for us”, “puedes moverte a bit”? Durante esta fase es normal que el niño exija que le hablen en un solo idioma.
- Errores de los padres: Resumiendo, nuestros niños hablan enredado y eso nos preocupa, pues hay una clara diferencia entre ellos y los niños de su misma edad. Muchos padres cambian el sistema: De hablarle en dos idiomas pasan a hablarle solo en uno o a mezclar los idiomas entre sí.
- Efecto: Se echará a perder el trabajo de los últimos dos años, tu niño se llevará parte de tus costumbres, pero no tu idioma. Siguele hablando en tu idioma, que tu pareja le hable en el suyo; a este método se le suele llamar: "one partner - one language" – “una persona una lengua”. Esto ayudará al niño que valla diferenciando conscientemente entre ambas lenguas.
3.
Fase
de separación (a partir de los 3 años):
- Situación: El niño va llegando a la etapa final, él aprende a distinguir entre los dos sistemas de lenguaje y comienza a separar ambos idiomas, poco a poco va tomando conciencia de su bilingüismo. Y logra hablar el idioma según lo necesite.
- Errores de los padres: No hablarles lo suficiente, no leerles, no cantarles, no crearles hábitos culturales, etc. Es importante crearles hábitos y darles oportunidad de entrar en contacto con el idioma.
- Efecto: A esta edad, el niño comenzará a percibir el mundo de una forma más consciente, todo su entorno habla otro idioma, los medios de comunicación, en el jardín infantil, los médicos, los vendedores del supermercado, etc. Si no le ayudas a que practique el idioma, lo perderá por completo.
Conclusión:
Es normal que el niño cometa
errores cuando está aprendiendo a hablar, y más cuando está aprendiendo dos
idiomas, para la educación bilingüe es muy importante que sepamos
corregir. Un ejemplo, imagínate a una persona que todo lo sabe mejor que tú y
que te corrige constantemente, fastidia ¿verdad? Así mismo lo perciben los
niños. La forma que aconsejan los expertos para corregir, es hacerlo de tal
forma que el niño no lo sienta, lo usual es decir la palabra o frase correcta
en una oración, por ejemplo:
Niño:
Me puedes leer el book de la very
hungry caterpillar.
Padres: Sí, tráeme el libro de la oruga muy hambrienta.
Padres: Sí, tráeme el libro de la oruga muy hambrienta.
Lo
más probable es que el niño siga hablando de la misma forma y con los mismos
errores, pero llegará el momento en el que diga la frase correcta.
Leerles,
leerles y leerles es una de las claves y no sólo para el bilingüismo. Con la
lectura tendrán padres e hijos la oportunidad de tener un ritual que los una y
que los lleve a otro mundo. Viéndolo menos romántico, el niño tendrá la
oportunidad de desarrollar habilidades que le serán muy útiles para toda su
vida. Primero que todo, les creará el hábito de la lectura, además les ayudará a
aprender nuevas palabras, a estimular el oido, la concentración, la imaginación y la
empatía.
Sentarlos
en frente de la televisión o del Tablet es muchas veces un alivio, el escape
que necesitamos para huir de ellos, para bañarnos, para terminar el trabajo que
tenemos que entregar hoy, para extorsionarlos, para hacer la cita médica que teniamos pendiente y para
muchas otras cosas más. Para aliviar nuestra conciencia nos decimos: "es que asi aprende español", pero para ser honestos, lingüísticamente, no les
ayuda tanto como nos lo prometemos, pues ellos aprenden más que todo
comunicándose ya que activan diferentes partes del cerebro mientras forman parte del proceso de
comunicación (piensan, coordinan sus pensamientos y los traducen en palabras), cosa que no sucede cuando sólo se estimulan los órganos
audiovisuales. Así que anímate y entabla conversaciones con él, entre más temas,
mejor.
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